Este fin de semana en EPS 100 autores daban una lista con los 10 libros que "les cambiaron la vida". Entiendo que no se trataba de seleccionar necesariamente las mejores obras maestras, sino aquellas que tuvieron en algún momento una influencia decisiva en su devenir literario o vital.
Si yo tuviera que decir cuál ha sido la lectura que más me ha marcado no lo dudaría un instante: "La isla a mediodía", un relato corto y brillante -como tantos otros- del gran Julio Cortázar.
Cayó en mis manos siendo preadolescente -tendría yo 12 o 13 años- en una compilación de cuentos del argentino editada bajo el mismo título. Supuso para mi un fogonazo literario de tal calibre que jamás lo he olvidado. Después seguí descubriendo el ingenio y la fantasía latinoamericanas en cientos de cuentos de Cortázar, Borges, Benedetti o Ribeyro, me impactó "Cien años de soledad", y me aficioné a deleitar cada una de las novelas de Vargas LLosa -que sigue escribiendo como el rojo que no es.
Pero "La isla a mediodía" fue el primero que leí, y su recuerdo me acompaña siempre.
1 comentario:
Yo lo descubrí mucho más tarde y de un modo azaroso. Una amiga norteamericana con la que vivía en Madison estaba intentando leer a Cortazar para no perder el español que había aprendido de su paso por Granada. Yo le advertí que podía ser enrevesado y que era fácil perderse por los saltos de plano recurrentes en sus cuentos. Buscando por internet un relato sencillo me encontré con La Isla de Mediodía. Es un pequeña obra de arte.
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