miércoles, 20 de agosto de 2008

Fórmula 1 - Valencia 0

Este fin de semana se celebra (¡por fin!) el Gran Premio de Europa de F1 en el circuito urbano de Valencia. Los aficionados (y los fans de Alonso) contarán los minutos que faltan para que se inicie la competición. Los valencianos y valencianas de izquierdas (y los hartos de Alonso) esperamos impacientes que ésta acabe de una vez. Porque llevamos meses sufriendo el bombardeo de propaganda comercial y política, desde que Camps anunció a bombo y platillo este gran evento (uno más) en plena campaña de las elecciones autonómicas y municipales de 2007.

Lo que no saben quienes no viven en Valencia son las molestias que ya está ocasionando el Gran Premio. Un barrio entero militarizado durante una semana; cientos de calles cortadas al tráfico -incluyendo el único puente que comunica el humilde barrio de Nazaret con el resto de la ciudad-; un ruido ensordecedor durante los entrenamientos y carreras previas; comercios y restaurantes -que ingenuamente pensaban hacer el agosto con la carrera- cerrados por orden superior, ya que todo el beneficio ha de ir para los negocios oficiales; pescadores desalojados del puerto -y privados de su único sustento diario a cambio de una graciosa indemnización- para que puedan atracar los superyates de lujo (en uno de ellos dormirá Alonso, espero que mal)...

Y eso por no hablar del desmesurado coste económico -la Generalitat reconoce como mínimo 40 millones de euros- de construir un circuito urbano absolutamente innecesario teniendo a 20 km el circuito de Cheste, que ya costó una millonada al erario público. Algunos desinformados dirán que la carrera de F1 reportará grandes beneficios en la ciudad; lo mismo argumentaron cuando la visita del Papa o la Copa del América, y después de esos eventos hasta los propios empresarios (hosteleros, restauradores, taxistas...), que se habrían creído el cuento de la lechera, reconocieron que fue un fiasco. Los seguidores de Benedicto acamparon en los jardines del río y se alimentaron de bocadillos, y el impacto de la competición de vela se limitó a la zona del puerto, donde los nuevos locales de ocio hincharon los precios y la vivienda se encareció exponencialmente. Nada más.

Pero ningún partido político se atreve a mostrar su oposición frontal a esta tomadura de pelo. El PP se regodea en una ostentación que oculta las serias deficiencias de los servicios públicos valencianos: más de mil barracones provisionales en las escuelas, sólo tres centros públicos de educación infantil de 0 a 3 años en una ciudad de casi un millón de habitantes, o un índice de camas hospitalarias por habitante muy por debajo de la media española. El PSOE suelta la pasta desde el gobierno central y se suma al coro de partidarios de los grandes eventos, temeroso del rédito electoral que puedan tener y fastidiados por no ser ellos quienes lo capitalicen.

Lo que muchos valencianos y valencianas piensan sólo se atreve a decirlo, alto y claro, una vez más, Esquerra Unida. Hoy podéis leer en el diario Levante este artículo del compañero y amigo Amadeu Sanchis, coordinador de EUPV en Valencia.

3 comentarios:

felix dijo...

Es realmente muy triste lo que pasa en Valencia, pero no es sino un anticipo de lo que está por venir en el resto de España con las políticas de reducción del gasto público y privatización de la enseñanza y la sanidad, en beneficio del empresariado y los grandes eventos, como es la F1 en este caso.

Saludos y enhorabuena a los compañeros de Valencia por defender su tierra y sus principios.

Ignacio Blanco dijo...

Aquí podéis leer el último comunicado de prensa de Fòrmula Verda, la plataforma de organizaciones sociales y vecinales contra el circuito urbano de la F1, en la que son muy activos compañeros y compañeras de Esquerra Unida, como Luís Cerrillo:
http://www.barriodelcarmen.net/evolucion/content/view/930/279/

Ignacio Blanco dijo...

Otra visión crítica sobre el evento en www.rebelion.org/noticia.php?id=71643

Y a todo eso, ¿qué hace y dice el PSOE? Pues según la prensa de hoy:

"La portavoz del PSPV en el Ayutamiento de Valencia y ex ministra, Carmen Alborch, y algunos concejales del grupo están que trinan con los responsables de protocolo del Ayuntamiento de Valencia porque no les han regalado entradas para la zona VIP del circuito de Fórmula 1. Tanto el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, presenciarán las carreras desde las terrazas del edificio Veles e Vents. Alborch, sin embargo, tendrá que conformarse con verlas desde la grada 9 ubicada justo enfrente del Veles e Vents y al otro lado del canal."

(diario Levante, 21-8-08)