Alguien podrá decir que me he pasado. Y yo contestaré que, vale, es posible, pero estoy seguro de que si hubiera sido Aznar entonaríamos todos juntos a coro el famoso pareado. ¿Por qué a ZP y a sus ministras/os tenemos que medirlos con otro rasero?
Vayamos a los hechos objetivos: el ministro Corbacho anuncia que la contratación de inmigrantes en origen "se aproximará a 0". A continuación, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso (¡ese gran progre!), respalda el anuncio con una frase que hasta El País califica de lepenista: "los españoles, primero". Y claro, al PP le falta tiempo para salir, hipócrita, en defensa de la dignidad de los inmigrantes, acusando al gobierno de azuzar la xenofobia al responsabilizarles del paro. En eso no les falta razón.
Este es el último episodio de una serie, protagonizada por el gobierno del PSOE, que comenzó con el control militar de las costas canaria y mediterránea, la elevación y electrificación de la valla de la vergüenza en Ceuta y Melilla, y la repatriación sin contemplaciones de miles de inmigrantes, algunos abandonados enmedio del desierto. Todo ello sabiendo que se trata de medidas más populistas que efectivas, pues más del 95% de la inmigración "ilegal" no entra en patera sino por Barajas o La Jonquera. Pero al parecer se trata de demostrar que pueden ser tan duros como el PP.
Perseguidos y expulsados los inmigrantes de patera, el PSOE dió su apoyo entusiasta -de "avance importantísimo" la calificó Zapatero- a la Directiva de retorno que permite detener a los inmigrantes sin papeles en campos de concentración, e incluso en cárceles, durante 18 meses, y expulsarlos a un país diferente al suyo, incluso siendo menores. Para mucha gente ese paso supuso cruzar la línea que separa, no ya la izquierda de la derecha -ésa hace tiempo que la cruzaron-, sino la sensibilidad humanista del populismo xenófobo.
Creíamos haberlo visto ya todo, pero perseguida y reprimida la inmigración (considerada por ellos) "ilegal", ahora el ministro Corbacho decide unilateralmente -con la oposición de los sindicatos ¡y hasta de la propia patronal que necesita mano de obra dócil y barata!- acabar también con la contratación en origen. Después de darnos la matraca durante tantos años diciendo que los inmigrantes deben venir legalmente, con contrato de trabajo y todos los papeles en regla, ahora resulta que ni eso. Recomiendo leer el comentario de Hugo al respecto.
Si no se permite ya la inmigración "legal", ¿cuál es la alternativa entonces? ¿Jugarse la vida en manos de las mafias para acabar hacinado en un centro de detención? Esto es ni más ni menos lo que nos dice el ministro facha.
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Vayamos a los hechos objetivos: el ministro Corbacho anuncia que la contratación de inmigrantes en origen "se aproximará a 0". A continuación, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso (¡ese gran progre!), respalda el anuncio con una frase que hasta El País califica de lepenista: "los españoles, primero". Y claro, al PP le falta tiempo para salir, hipócrita, en defensa de la dignidad de los inmigrantes, acusando al gobierno de azuzar la xenofobia al responsabilizarles del paro. En eso no les falta razón.
Este es el último episodio de una serie, protagonizada por el gobierno del PSOE, que comenzó con el control militar de las costas canaria y mediterránea, la elevación y electrificación de la valla de la vergüenza en Ceuta y Melilla, y la repatriación sin contemplaciones de miles de inmigrantes, algunos abandonados enmedio del desierto. Todo ello sabiendo que se trata de medidas más populistas que efectivas, pues más del 95% de la inmigración "ilegal" no entra en patera sino por Barajas o La Jonquera. Pero al parecer se trata de demostrar que pueden ser tan duros como el PP.
Perseguidos y expulsados los inmigrantes de patera, el PSOE dió su apoyo entusiasta -de "avance importantísimo" la calificó Zapatero- a la Directiva de retorno que permite detener a los inmigrantes sin papeles en campos de concentración, e incluso en cárceles, durante 18 meses, y expulsarlos a un país diferente al suyo, incluso siendo menores. Para mucha gente ese paso supuso cruzar la línea que separa, no ya la izquierda de la derecha -ésa hace tiempo que la cruzaron-, sino la sensibilidad humanista del populismo xenófobo.
Creíamos haberlo visto ya todo, pero perseguida y reprimida la inmigración (considerada por ellos) "ilegal", ahora el ministro Corbacho decide unilateralmente -con la oposición de los sindicatos ¡y hasta de la propia patronal que necesita mano de obra dócil y barata!- acabar también con la contratación en origen. Después de darnos la matraca durante tantos años diciendo que los inmigrantes deben venir legalmente, con contrato de trabajo y todos los papeles en regla, ahora resulta que ni eso. Recomiendo leer el comentario de Hugo al respecto.
Si no se permite ya la inmigración "legal", ¿cuál es la alternativa entonces? ¿Jugarse la vida en manos de las mafias para acabar hacinado en un centro de detención? Esto es ni más ni menos lo que nos dice el ministro facha.
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PD: Parece que al menos les da un poquito de vergüenza. Acabo de leer en la prensa de hoy a la vicepresidenta De la Vega reprendiendo a Corbacho como si fuera un niño de pañal. "Nene, caca, eso no se dice" le advierte la misma que en plena campaña electoral presumía de haber "multiplicado por dos las repatriaciones y las expulsiones". ¿Y si eso lo hubiera dicho Acebes?
3 comentarios:
Yo creo que más que vergüenza es un rol de "poli bueno" - "poli malo".
En cualquier caso, las declaraciones fueron netamente de extrema derecha, especialmente las de Alonso, y si de verdad no fueron pactadas, lo lógico sería que fuesen cesados.
No, no te has pasado para nada.
Corbacho podria pasar perfectamente por el candidato de "Democracia Nacional"
Y el articulo de Hugo genial.
Hoy salen a defender al ministro facha Miguel Sebastián y el portavoz del PP González Pons. El primero demuestra que las palabras de Corbacho no fueron un patinazo personal, sino que sus tesis son compartidas en el Consejo de Ministros. Lo del PP era de esperar, deben andar preocupados no sea que los del PSOE les ganen a xenófobos.
Esta es otra más de las ocasiones en que me acuerdo de Sabina, Ana Belén y demás artistas que después van de rojos cantando para ZP "Defender la alegría" en plena campaña electoral. ¿Se arrepentirán ahora? Yo creo que no, volverán a hacerlo.
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