En su primer discurso como coordinador general de IU ante el Consejo Político Federal, Cayo Lara rememoró la huelga general del 14D de 1988, en el día de su vigésimo aniversario, y afirmó que “si se continúa así deberá haber una huelga general".
Los miembros del CPF aplaudimos sus palabras, entendiéndolas en su justo contexto como una crítica a la política económica del gobierno y un llamamiento a la movilización social, y no como una convocatoria concreta que IU no tiene intención -ni probablemente capacidad- de hacer al margen de los sindicatos y que no ha sido debatida y aprobada en los órganos de dirección. Pero allí estaban también presentes los medios de comunicación, que necesitan titulares para vender periódicos y polémicas que generen nuevos titulares y más ventas.
Así, el “comunista moderado” ya tenía su primera piedra de toque. Enfrentado a sus propias palabras, Cayo pasó los días siguientes por todo tipo de entrevistas en las que tuvo que explicar -“matizar” dijeron los medios, como si no hubiera estado bastante claro desde el principio- que no había convocado una huelga general, sino afirmado que "las condiciones se podrían dar para convocarla si el Gobierno persiste en sacar el dinero público a todos los ciudadanos para meterlo en los bolsillos de la banca".
Los medios afines al gobierno del PSOE se han regocijado en la anécdota, intentando presentar a Cayo Lara enfrentado a los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, a cuyos representantes han preguntado una y otra vez por la huelga general para publicar sus respuestas negativas como un martillazo en los pies del nuevo coordinador general de IU. También han salido a replicar a Cayo representantes de otros partidos políticos y de las organizaciones empresariales, e incluso los propios medios de comunicación en sus editoriales. Como escribía Susana López al director de El País, parece que la sola mención de la huelga general por parte del nuevo coordinador general de IU le ha puesto los pelos de punta al establishment. ¿Será que aún preocupamos?
Estoy seguro de que Cayo no imaginaba la trascendencia de sus palabras, ni pretendía con ellas generar tanta polémica, pero involuntariamente ha conseguido lo que IU llevaba sin hacer desde hace años: marcar la agenda política, en lugar de ir a remolque de los demás. Aún descontextualizado o caricaturizado, su comentario ha ocupado muchas páginas de prensa y minutos de radio y televisión, y sobre él se han posicionado todos los creadores de opinión.
Probablemente hoy la huelga general está un poquito más cerca, pues ya se habla de ella, y por lo mismo la recuperación de IU también. Eso sí es realmente importante porque, como dijo Cayo en aquel discurso, "los pobres nos están esperando, los trabajadores y trabajadoras despedidos nos están esperando, los jóvenes hipotecados nos están esperando, y los que ansían la igualdad también nos están esperando".
1 comentario:
Veremos como nos sale el Toxo, pero es cierto, al menos, ahora, el debate está en la calle
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