En la columna de la derecha de este blog podéis ver que una de mis predilecciones es la Librería Primado. Mejor dicho, el librero de Primado, Miguel Morata.
Miguel concita amistades por doquier en el amplio y diverso mundo cultural y político -de izquierdas, claro- de Valencia. Él es el motivo por el que tantas personas acudimos en peregrinación a Primado buscando no sólo libros sino también conversación. Con ilusión y esfuerzo ha convertido el pequeño altillo de su librería en un foco de animación cultural, donde se suceden exposiciones de arte, presentaciones de libros, veladas poéticas o cuentacuentos para niños.
Miguel tiene muchos incondicionales y sabe que yo me encuentro entre ellos, aunque la paternidad doble y mis diversas ocupaciones ya no me permitan pasar tantos ratos merodeando por sus estanterías y charlando, entre cliente y cliente, sobre la izquierda que necesitamos.
Estos días unos amigos suyos le han hecho un homenaje sorpresa que a él le ha emocionado (me consta lo mucho que Miguel aprecia la tertulia de El Dorado y al grupo de poetas jóvenes que allí acuden). Seguro que tampoco olvidará el premio de la Asociación de Vecinos de Benimaclet, su barrio.
Yo quiero sumarme a los reconocimientos, y recordaros a todos que para una cultura libre necesitamos espacios como la Libería Primado y personas como Miguel Morata. Así que, en lugar de comprar los libros en grandes almacenes o multinacionales del sector, buscad vuestra librería y vuestro librero. Yo ya tengo el mío.
Miguel concita amistades por doquier en el amplio y diverso mundo cultural y político -de izquierdas, claro- de Valencia. Él es el motivo por el que tantas personas acudimos en peregrinación a Primado buscando no sólo libros sino también conversación. Con ilusión y esfuerzo ha convertido el pequeño altillo de su librería en un foco de animación cultural, donde se suceden exposiciones de arte, presentaciones de libros, veladas poéticas o cuentacuentos para niños.
Miguel tiene muchos incondicionales y sabe que yo me encuentro entre ellos, aunque la paternidad doble y mis diversas ocupaciones ya no me permitan pasar tantos ratos merodeando por sus estanterías y charlando, entre cliente y cliente, sobre la izquierda que necesitamos.
Estos días unos amigos suyos le han hecho un homenaje sorpresa que a él le ha emocionado (me consta lo mucho que Miguel aprecia la tertulia de El Dorado y al grupo de poetas jóvenes que allí acuden). Seguro que tampoco olvidará el premio de la Asociación de Vecinos de Benimaclet, su barrio.
Yo quiero sumarme a los reconocimientos, y recordaros a todos que para una cultura libre necesitamos espacios como la Libería Primado y personas como Miguel Morata. Así que, en lugar de comprar los libros en grandes almacenes o multinacionales del sector, buscad vuestra librería y vuestro librero. Yo ya tengo el mío.
1 comentario:
Gracias por la fidelidad amigo, es la complicidad con la que nos conjuramos los optimistas, para cambiar las condiciones económicas y culturales que axfisian al ser humano.
Un abrazo .salud
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