lunes, 12 de enero de 2009

Glòria y Marga


No es habitual que una mujer ocupe el máximo cargo de responsabilidad en una organización política. Y menos aún que le suceda otra mujer.

No es habitual que un diputado o diputada renuncie voluntariamente al escaño en beneficio de su organización y siga trabajando como militante de base. Diría más, me parece un hecho insólito en la política española.

Lo que pasa en Esquerra Unida no es habitual, pero puede servir de ejemplo de lo que queremos para la sociedad desde la izquierda: empoderamiento femenino, ética política y compromiso militante. Como demuestran día a día nuestras dos "jefas".

(Aquí tenéis la noticia)

2 comentarios:

Basseta dijo...

Confío mucho en las dos. Es una pena que no puedan compartir el cargo. Salud y república.

rafa hortaleza dijo...

todo un ejemplo.